sábado, 30 de septiembre de 2017

Vida

El nuevo personaje en mis historias se llama Vida, pero lamento decirles que Vida no es nada nueva en mis historias, y que Vida me hace respirar hace mucho tiempo.
Hace un año, siete meses y siete días Vida se convirtió en parte de las palabras que me gustan escribir. 
Lamento decirles también que planeo que Vida siga en mis historias por mucho tiempo, toda la vida para ser exactos. Y es que no puedo dejar de mirar su rostro en primavera, o sus ojos en invierno, porque ellos me dan el calor necesario para seguir escribiendo.
Planeo envejecer al lado de Vida, y planeo ver sus ojos al despertar todas las mañanas. Planeo llevarla a conocer el mundo, y en ese proceso, planeo hacerla mia cada día. Quiero ir con ella a Marte, y que vea desde allí todo lo que nadie le ha mostrado.
Te preguntaras como lo haré, si lo único que tengo en abundancia es la inseguridad.
Pues mientras Vida siga conmigo, yo puedo ser el ser más feliz y capaz del mundo. Puedo llevarla a Marte con un beso y regresar con ella en brazos, y mientras la despierto, con mis palabras, ir llevándola a otro mundo. Y ella será feliz, y yo seré feliz.
Así planeo envejecer, al lado de Vida y ella a mi lado, en Marte o en la tierra, ¿Qué más da? Si allá o aquí la seguiré teniendo conmigo.

viernes, 11 de agosto de 2017

Ojalá

Veo tus ojos brillar en mi mente y pienso que
Ojalá la vida me pase pronto
Ojalá me pases pronto



jueves, 27 de julio de 2017

Ojos

Hay muchas cosas que me gustan de ella, y ella no lo sabe.
Como cuando sus pestañas chocaban contra mi alma, y la hacía estallar en un mar de contradicciones.
Me gustaba su cabello, su cabello en todas las formas que puedan existir.
Me gustaba cuando lo tenía largo, pero también cuando se lo cortó.
Me gustaba cuando se lo amarraba, cuando lo peinaba o cuando estaba desordenado como mi vida.
Me gustaba cuando yo lo desordenaba en nuestro planeta de placeres infinitos, o cuando yo lo sujetaba para hacerla morderse los labios. Y sus labios... ¡Esos labios!
La curva que formaban sus labios al sonreír me mataba. Sí, me gustaba besarlos y pensar que en ese momento, yo estaba en una especie de burbuja invisible a la que sólo ella estaba invitada a entrar.
Cuando la besaba me gustaba sentir su nariz, a veces fría como su vida y sus problemas, a veces cálida como mi hombro cuando lloraba en él.
Y ella sabe cuánto me gustaban sus orejas, y yo sé cuanto le gustaban las mías. Y si escribiera más acerca de sus orejas, no habría espacio en mi pecho para tanto llanto.
Ella me gustaba vestida y sin vestir, con maquillaje o sin él, todo daba igual, porque la perfección llevaba su nombre.
Pero quiero terminar por sus ojos. No hay cosa que me gustará más de ella que sus ojos. Porque cuando los veía, no hacía falta hacerle el amor, no había cosa más intima que mirarla a los ojos y decirle cuánto la amaba.

miércoles, 22 de febrero de 2017

PRIMER AÑO


Cuando te vi la primera vez, ni imaginé que la constelación de mi planeta ya estaba haciendo planes para ti.
Como la tinta en mi piel, jamás planee enamorarme de ti de la manera en la que lo estoy.
Cuando te vi la primera vez, yo era sólo una niña asustada del futuro, y tú eras inalcanzable en mi mundo, supongo que es por eso que jamás me fije en tu libertad.
Jamás me di cuenta de la belleza de tus ojos, de la forma en que tu sonrisa rozaba los limites de la perfección, jamás me di cuenta que ya desde ese momento me había perdido a mi misma en tus pestañas.
Cuando te veo hoy, veo el futuro, cuando veo tus ojos mientras te desperezas, observo mi cielo en ellos.
Y mi cielo, mi cielo eres tú.